Toda situación relacionada con los profesionales de la salud implica una experiencia inédita para un niño, que seguramente se repetirá a lo largo de su vida. Por eso se hace necesario lograr que, una primera vez —y las subsiguientes, en su caso— el niño se sienta protegido y contenido frente a este tipo de prácticas y pueda atesorar estas experiencias de manera positiva.
Además de la preparación previa que corresponde a su análisis, usted puede realizar acciones para ayudarlo a prepararse para la extracción de sangre y disminuir sus temores: lo que vaya a sucederle no debe ser conflictivo sino todo lo contrario, ni para usted ni para el niño. Los métodos que utilice para lograrlo dependerán de la edad y del temperamento del chico.
Recuerde que usted no está solo. Sin dudas, confíe en el técnico extraccionista de Laboratorio Hidalgo. Está especialmente entrenado para la atención de bebés y niños y completará su esfuerzo.
Brindándole información, además de la preparación previa que corresponde a su análisis.
Si el niño sabe de qué se trata, es probable que se sienta menos preocupado por lo que va a suceder.
¿De qué manera?
· En forma breve y acorde a la edad del niño.
Y si requiere más explicación
Durante la extracción
La colaboración de los padres durante el proceso es fundamental, porque al niño hay que sostenerlo. No sólo para la contención afectiva, sino también para facilitar la tarea del técnico extraccionista.
Además, contener al niño es de gran ayuda
La colaboración de los padres es fundamental, porque al niño hay que contenerlo afectivamente, para minimizar el miedo que pueda tener al momento de la extracción y también, físicamente, para facilitar la toma de la muestra y la tarea del técnico extraccionista.
Depende de la edad del niño, pero siempre hay recursos para distraerlo durante el pinchazo de la aguja.
De 12 meses a 2 años: con burbujas o juguetes pequeños que se mueven, hacen ruido o tienen luces.
De 2 a 4 años: Agregar su juguete favorito.
De 6 a 12 años: Para relajarse, puede soplar burbujas. Los videojuegos, libros de “buscar y encontrar” y juguetes, pueden colaborar a que se distraiga.
Otros consejos
- Los niños se sienten mejor cuando ellos sienten que tienen un poco de control. Le puede dar opciones, por ejemplo, preguntarle qué quiere llevar al laboratorio, o si prefiere jugar con un juguete o escuchar su cuento preferido mientras le sacan sangre.
- Hágale saber que es normal que no le guste que le saquen sangre o que lo pinchen. Es bueno dejar que el niño pueda expresar cómo se siente. También es buena idea decirle al niño que el “trabajo más importante” es que permanezca quieto y tranquilo durante el procedimiento y que la razón más importante es su salud.
- Si el niño se preocupa porque piensa que no le va a quedar suficiente sangre después de la extracción, puede explicarle que la cantidad que le van a extraer es muy pequeña, y que además el cuerpo produce sangre nueva todo el tiempo.
Y recuerde que usted no está solo. Sin dudas, confíe en el técnico extraccionista de Laboratorio Hidalgo. Está especialmente entrenado para la atención de bebés y niños y completará su esfuerzo.